Episodio 6 | Mejores momentos
Popeye, desterrado: los fieles respiran aliviados y Carlos se queda como único traidor
Lejos de irse triste, Popeye abandona el Monasterio con una sonrisa y dejando en sus compañeros sensaciones agridulces: cae un traidor… al que han cogido mucho cariño.

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Los fieles han conseguido su segunda victoria en la mesa redonda: Popeye ha quedado desterrado. Sin embargo, a diferencia de lo que le ocurrió a Vicky, él no abandona el Monasterio de Piedra entre lágrimas, sino con una sonrisa. Consciente de que es un juego y de que ha hecho “cosas que no le gusta a nadie hacer, como traicionar o mentir”, también se muestra satisfecho por la experiencia y por cómo ha competido.
Popeye ha llegado a esta mesa redonda ya sentenciado, aunque él lo ha ido descubriendo sobre la marcha. La daga que regaló a Juan Ferrer ha terminado apuñalándole. Los instantes de duda al final de la misión entre escoger este objeto o el escudo protector han terminado convirtiéndose en un argumento en su contra.

Además, la alianza de la biblioteca ha funcionado. Incluso Vergara se ha sumado a la corriente, y Anuska ha puesto la puntilla rompiendo su pacto con Popeye: “Me siento como una auténtica traidora”. De esta forma, Carlos se queda como único traidor, viendo cómo su plan se cumple a la perfección.
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